"Todos los ángeles terminan en el cielo"...Su última frase, el último suspiro. Se quedó a su lado, bañado en silencio. Desfile de emociones infinitas, sentimientos vagos, distantes del alma. En que pensar, como seguir. Sabe la vida de alegrías, sabe de tiempos. Da y recibí la sangre de los humanos, danzando sobre sus pasos, cada minuto cada segundo sabe de nosotros. Y cuáles son sus porque, porque el amor, porque el destino, porque la muerte. y, ¿porque ahora, porque a ella?.
Dejo de lado su capital, se fue lejos del más allá. Tomo la melancolía como banda sonora, tomo su instrumento con algo de rabia. Su viaje y tal vez el ultimo, hacia el principio de toda su historia. Es extraño el darse cuenta que no existen medicinas, no quedan religiones ni palabras para llenar los vacíos de cada adiós. El duelo no es con la muerte, el duelo no es con el recuerdo. El duelo es con el olvido. y no hay peor muerte que la del olvido. Mantuvo su promeso como en aquella quincena, y la recordó cada segundo de su travesía, para guardarla por siempre en su alma.
Ese día fue perfecto. Las olas susurraban el canto de aquel mar que supo guardar sus secretos. Las huellas estaban ahí, intactas. Se respiraba el aire a rosas. Se acercó hacia la costa, tomo su envoltorio y dejo libre las cenizas de su amor, su verdadero amor, volar como siempre vivieron. Libres junto al viento. La última lágrima se fue con ella, la última sonrisa.
Hoy como el, no entiendo su adiós. Hoy como el, no quiero sus adiós. Pero acá estamos los dos, con su recuerdo ineludible. Riendo, soñando, creciendo. Aprendiendo a ser y seguir. y aun puedo jurar que eran tal para cual...