lunes, 16 de septiembre de 2013

Un instante borroso



Ayer volví a sonreír por amor, aunque solo duro un segundo, un instante borroso. Fue una mujer, tal vez de cabello rubio y ojos azules, o pudo haber sido también morocha de ojos color miel, no lo se con exactitud. Yo le decía cuanto la había extrañado, por un viaje del cual regresaba; ¿O fue tal vez por un reencuentro pasado el tiempo?, no lo recuerdo, fue solo un segundo, un instante borroso. Aunque en mi mente quedo el trazo de su sonrisa, quedo la sensación de calor que nos da el eco de nuestro sentimiento, esa que nos abraza al sentirnos queridos, al sabernos amados. Si pudiera explicar cuanto extraño esa sensación, creo que ya no seria humano. Y es que no existe palabra o gesto en nuestro vocabulario para describir el dolor de esta soledad. Solo duro un segundo y fue interrumpido por el angustioso vibrar y sonar de la mañana, otro día comienza, con la rutina servida. Otra vez yo estoy ahí para pasarlo, como todos los demás. ¿Cuánto mas queda de todo si es tan parecido a la nada?, no lo se con exactitud, todo parece un instante borroso. O tal vez sea yo que entrecierro los ojos para tratar de no ver con claridad el resto de mi vida. El resto, lo que falta, lo que queda. Mi vida…la que siento perdida, la que hoy esta vacía.  No siempre fue tan triste el presente, tanto menos lo fue el pasado, si supe encontrar el paraíso que tanto añoramos los mortales. Un lugar que es todos los lugares a la vez, donde la risa es la melodía que despierta al sol y recuesta a la luna, donde todo brilla por su propia voluntad de ser, de estar. El palacio de los ángeles, seres divinos bañados en una luz que ilumina hasta la parte más obscura, que encienden el fuego del alma congelada y la devuelven al sueño, al anhelo mas profundo. Pudo conocerlo, supe vivirlo. Pero aun creo que no supe disfrutarlo, menos aun, protegerlo. Es increíble el pensar que cada una de estas palabras nacen por el simple hecho de que no estas. ¿Cómo puede una sola persona definir mi existencia?, como pudo un solo error dañarla tanto. No lo se con exactitud. Y los porque resuenan y estallan en mi cabeza destrozándola, aunque tengan su respuesta, ellos no cesan. ¿Cómo podrían hacerlo?, si a esta soledad no le importa entender los porque, no le sirve la enseñanza del error. A este vacío no lo llenan los ángeles que se quedaron, ni los momentos que vendrán. Y aun me sigo preguntando, ¿cuánto mas queda de todo si es tan parecido a la nada?
Prometí no trazar otra letra si esta llevaba tu nombre, y bueno, otra promesa que rompí sumada a mi colección. Es que si así lo hiciera, si desde este momento me plantaría firme ante mi decisión, no existirían más poemas, ni canciones. No quedarían siquiera palabras por decir. El silencio absorbería todo, y de un golpe lo volvería nada por completo. El tiempo tal vez así lo quiera, aunque, como dije, no lo se con exactitud.
Ayer volví a sonreír por amor, aunque solo fue en un sueño. Fue una mujer, seguramente intentando ser tu recuerdo, o tal vez no fue otra cosa que un instante borroso… 

lunes, 2 de septiembre de 2013

Algo que decir

Yo tengo algo que decir. No te estoy esperando. No pienso dedicar el resto de mi vida atado a un sentimiento que destroza mis días con tanta fuerza que todo lo vuelve negro. No voy a dedicar cada segundo de cada suspiro a la nefasta tarea de desgarrar mi alma hasta la última palabra, para dártela en un poema, y así tal vez pretender que vuelvas. No voy a buscar desesperado la manera correcta de pedir perdón. No voy a exiliarme en un silencio con forma de puñal, que cada día se entierre profundo en un espíritu malgastado por errores, por culpas hasta agotar cada letra de mis poemas y dedicarlos solo a tu nombre, a tu aura. Yo lo digo, no estoy esperando ningún acto divino, ningún imposible. No intento estafar al tiempo y discutir su paso para desafiarlo a volver sobre él, y que empecemos donde reíamos. No voy a dañar nunca más la hermosa presencia de tu libertad. No voy a tratar de convencerte que no habrá amor como el que tengo para vos, no quiero recordarte que mi corazón aun esta en tus manos. No quiero que pienses que estoy a tus pies como devoto servidor de tu fe celestial, de tu paraíso de sueños. No quiero conquistar una y mil veces el desliz preciso de tu mueca al sonreír con el calor de mis labios. No quiero decirte que pueden cientos de estrellas iluminar la noche, y que ninguna se asemeja al brillo de tus ojos cuando decís “te amo”. Yo tengo algo que decir, no te quiero a mi lado. No pretendo escuchar de tu boca las locuras en que tu dulzura te ha involucrado, mucho menos saber donde te ha llevado tu sensualidad infinita. No quiero sentirme solo cuando respiro. No pienso dedicar cada lágrima que me queda al memorial de tu recuerdo. No mi amor, no te estoy esperando. ¿Y donde estoy entonces? En ningún lado pero en todas partes. Yo tengo algo que decir, no te estoy esperando, porque se que no vas a volver. Pero inevitable es el hecho de que aun te amo, y con la misma fuerza, como si nada hubiese pasado. Entonces no pienso dedicar el resto de mi vida a este sentimiento que destroza mis días. Así siento que sucede día a día, con tanta fuerza que todo se vuelve negro…    

Palabras para el cuchillo

Estas en mi mano derecha cortando a raso tajante pedazo a pedazo el combustible de esta máquina que revoluciona hasta la misma naturaleza, de este llamado “ser humano”. A principios te mostraste también fiel a quien supo empuñarte en defensa de la libertad, o seguramente ensuciando tú blanda imagen penetrando el pecho de cientos de inocentes, de menos a más tal vez, pero siempre fiel. Creciste en el tiempo junto a tu creador, tu dios, y evolucionaste con el. De dura piedra, áspera madera, al temor de oxidar tu única hoja, al delirio de saberte inoxidable y de filo eterno. Un arma, o mas simple, un cubierto, una herramienta. Así debería de conocerte el mundo y nada más, en mi mano derecha (o izquierda según corresponda) cortando a raso tajante pedazo a pedazo el combustible de este llamado “ser humano”…     

viernes, 7 de junio de 2013

Mi alma caer...



Por favor, mi amor, deja mi alma sola. Deja mis sueños en paz, deja mi mente, mi cuerpo. Que la hoguera consuma hasta la última brasa de tu recuerdo y las cenizas se vuelvan parte del viento y se alejen. Por favor mi amor ya no vuelvas nunca. Que mis ojos te pierdan de vista, que tu esencia no conquiste mis ganas nunca más. Que tus palabras se vuelvan nada, que tus segundos sean olvido. Por favor, mi amor, deja mi vida sola. No deseo ni el milagro de apreciar el sonido dulce de tu risa, no deseo cegarme con su luz. Ni bañarme en tus muecas infantiles, esas que me dejan soñar. Que me dan la raíz pura de la vida. Destroza de una vez mi corazón y llévate contigo esta estúpida esperanza. Tan ciega, tan inmortal. Tan detestable.
Por favor mi amor arranca la humanidad que queda en mí, asesíname. Destierra mis emociones, déjame ser el insensible fruto de esta agonía. Agota mis fuerzas, consume al poeta y sus poesías. Elimina mi empatía, mi melancolía. Por favor, mi amor, deja de existir, esfúmate, desaparece. Si de la existencia no quisiera formar parte ya, si los respiros se dificultan cada día que se sucede. Uno seguido del otro, como un puñal que se entierra y da giros, las heridas ya no cierran, solo sangran. Tan profundo calan hondo en mi carne y ya no resisto más, mi amor, ya no puedo más. Por favor, de una vez, déjame solo. No seas ilusión, ni magia, ni color. No seas nada.
Por favor, mi amor, deja mi alma sola. Muta de forma, elimina todo rastro de tu historia en mi memoria. Dame la estocada final, el tiro de gracia. Mátame de una vez, pues ya no resisto retorcerme en esta agonía insufrible. Por favor mi amor entierra esta maldición que se muestra como un sentimiento, entiérrala y que no pueda sentir. Deja mis mañanas, mis tardes, mis noches. Mis horas, minutos, y segundos. Deja mi ser por completo. Por favor, mi amor, deja de una buena vez por todas, mi alma caer…          

miércoles, 8 de mayo de 2013

Tres balas



¿Porqué fue padre, fue por política?, ¿Acaso fue por religión, padre? Se que no fue por amor, porque tu no sabes nada sobre eso. ¿No es tu dios quien profeta el amarse los unos a los otros, el comprenderse y aceptarse a pesar de cualquier diferencia?, y no el juzgarse o discriminarse por cualquier cosa. Y te pregunto, padre, ¿QUIEN ERES TU PARA JUZGARME? Porque puedes tener el derecho a criarme. A decirme que senderos debo caminar y cuales evitar. Puedes educarme en la palabra, en la vida. Pero no puedes discutir lo que siento, porque el sentir solo es confeso de mi corazón. Y tú hace tiempo no formas parte de él. Aún más, tú, tú mataste a mi corazón. Asesinaste mis sueños el mismo día que ella se fue. Ella esta muerta, padre, y se que es tu culpa.
¿Por qué será que solo enfrente del cañón muestras debilidad, y nunca así ante los ojos suplicantes de tu única hija?, tu herencia de sangre. ¿Por qué será padre, será por el miedo?, ¿Acaso será por la muerte, padre? Y te aseguro que tú nada sabes sobre el miedo. Pero pronto entenderás a la muerte.
La amé, y la amo con cada uno de los suspiros que mi ser ha dado en toda mi vida. Te lo dije, padre, pero nunca me escuchaste. Trate incluso de mostrarte cuan lejos podía llegar mi pasión si no la entendías. Trate y falle, pero ahora veo cuan en vano eran mis esfuerzos. Tú nunca comprenderías tal emoción, tú jamás podrías entender  al amor. ¿Por qué es eso padre?, ¿Acaso no ves que todo es amor?
Fue, será o es. Ya no importa el porque padre. Solo queda el dolor. Y mi emoción la ha vuelto ira. Quiero que mires firme dentro de mis ojos, y comprendas aun en la muerte porque vine a asesinarte. No es solo por ella, es por los tres. Una bala con su nombre. Una bala con el mío. Y una ultima por nuestro amor…               

viernes, 3 de mayo de 2013

Un año más



Todos los años dándole un principio a la cuenta de respiros que dimos, llega sin más un día que parece no asemejarse a todos los demás. No es importante quizá para muchos, pero es el comienzo de una nueva historia, de una nueva vida para otros. Un momento de algarabía en donde se celebra el nacimiento de otro ser, su bienvenida al mundo. Se reúnen así los seres queridos en señal de celebración, todos presentes disfrutando junto al agasajado su “feliz cumpleaños”. Feliz, que palabra con tanta fuerza. Feliz.
Un día solamente queda y no parece nada especial lo que viene. La cuenta de respiros seguirá sumando unos cientos más, el día parece no asemejarse a otros. La celebración esta dispuesta y los seres junto al agasajado, todo parece estar listo. Todo parece ser normal. Y la lluvia que refleja lo que pasa por dentro, un sin fin de lágrimas brotando sin cesar. No hay nada que festejar, no hay feliz cumpleaños, no esta vez. Pesa en el alma como una inmensa roca postrada sobre los hombros el tener un año más. Si supieran la desesperación que causa ver todas sus manos queriendo estrechar la mía, queriendo evitar mi caída. Si supieran que no quiero levantarme. Que el fondo ya fue tocado por mi alma y desecha en pedazos se encuentra ahora, siendo parte de la nada. Si vieran la tristeza con mis ojos se darían cuenta cuan profundo es su surco hiriente. Nada calma esta locura, nada me devuelve las ganas. Y aun siguen pensando que solo es por ella.
Los errores condenaron a la emoción a una ceguera de amor, la apartaron de todo cariño y ahí se fue, no quiso saber más nada. Quien pudiera culparla, quien no hubiera actuado igual. Los errores condenaron la emoción es verdad, y la condena fue de por vida. Se apago el poeta, se murió el incasable guerrero que todo lo daba por sus creencias, por su fe. Por lo que quería con cada una de las fuerzas de su corazón. Se acabo el cuentista que relataba las andanzas de un valiente enamorado, capaz de cruzar infiernos o cielos, capaz de discutir con el mismísimo dios y tener la razón con tal de verte sonreír, de poder amarte hasta el fin. Se acabo mi ser, murió ese día junto a el nosotros. Fui mi propio judas, las mentiras que dije, las promesas que rompí, los momentos que no te dí, todo en lo que falle fue parte de la traición que fui gestando para mi propio ser. Con tan poca valentía que también te lastime. Y a pesar del tiempo o del perdón, es algo que jamás dejare de doler. ¿Como pude ser tan cobarde y dejar a mis demonios ganar, sobre lo mas sincero y perfecto que sentí en todo mi vida?, como pude fallarle a nuestro amor.  
Todos los años dándole un principio a la cuenta de suspiros que me quedan, llega sin más un día que es igual a todos los demás. Donde las lágrimas siguen ardiendo y el dolor se hace presente. Hoy no tengo nada pare festejar, y pese a quien le pese, esta es la verdad. No es un día importante, no queda felicidad. Hoy solo tengo un deseo, un anhelo. Poder olvidar. Y sin embargo cuando sople las velas solo habrá silencio, puesto que pedir imposibles ya no es mi juego. Ya no creo en milagros, no en destinos. Solo creo en esta tristeza que hoy me queda. Y espero que entiendan, dejando así de pensar que solo es por ella, y no también, por mi.         

lunes, 8 de abril de 2013

Algunos porque de mi amor

Te amo porque tus ojos son la estrella que guía la ilusión que reside en mi sentimiento. Porque guardan el portal a tu alma, aquella que es dueña de la esencia misma de la belleza en si.
Te amo porque tus labios descifran los delirios exactos de mi pasión. Porque los lamentos mueren en tus besos, porque el amor renace en tu boca.
Te amo porque tu tierna inocencia deja en jaque a mi razón y la entrega de lleno a la locura de amarte hasta la ultima de mis fuerzas, con cada una de mis ganas.
Te amo porque tu rencor me duele, me duele porque se que gane su castigo. Porque se que lastime tu ilusión.
Te amo porque no existe en este mundo final mas triste que aquel que aleja tu ser del mio. Porque no vale la pena ninguna de mis vidas si no estas ahí.
Te amo porque a pesar del silencio y la distancia tu imagen sigue siendo el estandarte que mi cuerpo necesita para seguir moviéndose, la sangre que mi corazón precisa para seguir latiendo.
Te amo porque solo la eternidad define mi fe, y juro ante cualquier dios o creyente que no existe devoción mas férrea que la que tengo dentro de mí y solo para vos, para tus ojos. Para tus risas, tus labios, tu cuerpo. Tu ser completo.
Te amo porque a pesar de que existen millones de personas en el universo, una sola despierta en mi tan incomprensible e irrefutable manifestación de sentimiento, y me hace tan grande que siento en mis adentros que si en esta vida no es, sera en la próxima o en la siguiente. Pero seguro es que buscare tu amor mientras exista.
Te amo porque definís todo lo que sueño ser en esta vida, un hombre entregado de lleno a su sentir, disfrutando y absorbiendo del seno mismo de la felicidad el aire para seguir viviendo.
Te amo porque así lo elijo, ayer, hoy y siempre. Y se que sera así por siempre, así lo siento, así tan fuerte.
Te amo porque no hay explicación ni poema que valga, no hay comprensión que entienda o contenga lo que en mi pecho se gesta.
Y te amo al final solo porque te amo, y para eso estoy hecho desde que te conocí...  

Mi única verdad

Me gusta el rencor que guardas para mí dentro de tu ser, quiere decir que aun estoy vivo en tu alma, como un odio naciente quizá, como un premio a tu vanidad latente. Mi derrota tal vez sea el consuelo que pueda calmar las heridas que puedan quedarte sin cerrar desde tu partida, si es que alguna aun se marca en tus horas. Me gusta tu rencor porque es parte de tu encanto. Te muestra viva, denota la lucha que brindas para abrirte tu camino hacia la felicidad, que quien este ahí para impedirte llegar a destino enfrentara la tenacidad de tus fuerzas, de tus ganas. Y quizá me gusta tu rencor porque dentro mio siento merecer la pena de tu castigo, necesito que me odies porque yo me odio desde aquel día, desde aquella vez. Me gusta tu vanidad porque te da confianza. Te da presencia. O quizá tal vez me guste porque todo lo que te representa es hermoso para mi, porque es tuyo, te pertenece como mi corazón. Me gusta el brillo que tu risa mas malvada deja escapar, me gusta tu sonrisa porque sigue quemando cada una de mis emociones y cuanto deseo que ardan en lo mas profundo de tu inmaculada belleza. Le das sentido al dolor, le das sentido al amor. Y sueño más fuerte cuando mis ojos te poseen. La esperanza se aferra a su ultima gota y crece y se hace millones y explota y me deja respirar una vez más. Y que hermoso es vivir soñando que algún día voy a poder volver a brindarte mi amor y recibir el tuyo. Tal vez nunca vuelva a ocurrir, tal vez el final es definitivo y aunque quede mucho por vivir no se dará otro encuentro. Y si así fuera, viviré mas de una vida para seguir amándote,  para seguir esperándote. Te prometí mi amor eterno, mi completa devoción una vez por febrero, frente al mar. Te lo prometí y no te lo demostré, pero ruego a los cielos y cualquier dios en su completa inexistencia que puedas creerme solo esta vez, y es que todo el tiempo fue verdad. Y aquí estoy hoy para que veas que no miento, ya no puedo hacerlo. Te amo como la primera vez que tu mirada se hizo cargo de mis sentimientos, como aquella vez que me despertaste a la realidad mostrándome el lado mas perfecto y precioso de la existencia. Te amo porque no existe amor mas sincero que el que tengo guardado en mi ser para el tuyo, no existe porque solo en mi alma se gesta la razón precisa y eterna de saberte única e irrepetible. Cada una de las partes que me componen, mis palabras y poemas, mi cantar, mi locura inexperta, mi valentía, mi completa humanidad, todo esta atado a tu suerte, todo. Sos mi religión, mi creencia mas devota. La diosa que se lleva mis ofrendas, mis suplicas. Sos todo lo que me hace ser la persona que siempre quise ser, desde el comienzo de mis pasos, desde mi primer habla. Créeme, aunque sea por hoy, porque yo creo en este amor todos los días, y lo seguiré haciendo mientras tu nombre lata tan fuerte en mi pecho. Y ya no quedan promesas que pueda darte, no quedan juramentos en vano. Solo resta el coraje de esta, mi única verdad... 

viernes, 5 de abril de 2013

La mueca y su pena

La sonrisa esta quebrada. La sonrisa esta humillada. Enterrada en un sin fin de sinrazones que se entrelazan con las mentiras que le dije, con los momentos que le negué a nuestro amor, a ese nosotros tan perfecto. La sonrisa esta herida. Hoy no quiere brillar, no le quedan ganas. Mil pedazos la forman en un frágil conjunto de piezas que vagan en lo profundo del recuerdo, un rompecabezas imposible de armar, un llamado al frío eterno del silencio. La sonrisa esta callada. La sonrisa esta olvidada. No se esboza la mueca impecable, emblema imponente de alegría, significado pleno de la felicidad. No se muestra al mundo, ya no. Le teme al cielo y a la tierra, le teme a la gente. Se esconde y se refugia en los confines mas recónditos de la obscuridad que abruma a este ser sumiso al dolor, sumiso al miedo. La sonrisa este perdida. Ya no encuentra aquello que le brindaba vida, aquel manantial eterno que saciaba hasta en su ultima gota la sed provocada por un sentimiento incontenible en mi pecho, incontrolable en mi corazón. Eterno en mi alma y en mi sueños, resplandeciente en mis ganas, y en mi pasión ardiente como el fuego que ve renacer una y mil veces al ave fénix  Y con su vuelo también majestuoso, una emoción encantadora. Aquella por la que vale dar cada suspiro, por la que envidian al ser humano todas las razas y especies existentes en el basto universo, esa que nos vuelve humanos en un cien por ciento. La sonrisa esta confundida. La sonrisa esta sentenciada. Ya le duele nacer, ahogada en lágrimas, en lamentos. Descendió al infierno proclamado por mi y a combustión lenta se le va acabando la esperanza, se esta quemando su esencia de vida. Y solo pudiese salvarse si un milagro se diera, si existiese tal manifestación de divinidad. Si tan solo fueras parte de la casualidad o tuvieras el comprensible error de arriesgarte a confiar una vez más en mis sentimientos, que esta vez no son palabras, son verdades. Que me dejan existir por la necia esperanza de poder algún día volver a darte lo que siempre fue tuyo, desde el primer momento y que no es mas que todo el amor que contiene mi humanidad. La sonrisa esta esperando. La sonrisa esta luchando. Batallando palmo a palmo con la necesidad de extinguirse que mis huesos le claman, puesto que ya no resisten mas la agonía punzante de este dolor inmenso, de este castigo cruel e intenso. Pero ella se niega a dormir en los laureles, porque ella sabe cuan intensa en su luz cuando tus ojos la guían, ella sabe de tu belleza. Conoce tu nombre y tu esencia, conoce tu magia eterna. Y mientras existas entonces, no bajara sus brazos. La sonrisa es ingenua. Vive de su inocencia, de la ternura que le brinda soñar con un presente junto a tu risa, a tu tiempo. Pero soñar hoy tiene un precio que mi cuerpo ya no puede afrontar y aumenta la deuda con la muerte, pero esta aun no quiere cobrarse. Y a veces solo espero su llegada, su calma, su incertidumbre.  Algunas otras el silencio me basta, pero si ya no alcanzara, si no encontrase nunca mi felicidad, es decir, si nunca volvieses, la sonrisa sabrá que un solo destino la comprenderá y entonces...La sonrisa ya no estará, la sonrisa estaría muerta...    

miércoles, 27 de marzo de 2013

Detente corazón

Detente corazón, no sigas. Deja tu galopar incesante, tu andar majestuoso. Olvida tu naturaleza emotiva, tu búsqueda incansable por contemplar el alma misma de la belleza, olvida tu razón de ser, extingue tu existencia. Detente corazón te lo ruego, ya no marques tu compás en mi pecho puesto que ya no das vida, solo vuelves un poco mas eterna esta agonía. Pierde tu memoria, incinera la conciencia que da vida a cada una de los sentimientos que te llevan a seguir, por favor corazón desaparece. Ya se perdió la ternura, la pasión. Se enfermo de dolor el poeta y su poesía hoy lo envenena, lo condena. Ya se acabo la paciencia, y esa esperanza quiere quebrarse y digo, quien podría culparla. Detente corazón, no sigas. No busques tu reflejo en sus ojos, no busques tu vida en su risa. Ya no esta, se perdió junto a la ternura, junto a la pasión. Se acabo el poema que dedicabas a su nombre, se seco de su tinta y solo quedan estas palabras que de nada sirven, que nada dicen. ¿Acaso como mi cuerpo ya no te cansa el dar otro paso?, acaso no ves como cuesta dar otro paso. ¿O acaso no sientes cuan destrozada esta mi alma?, acaso no entiendes lo perdida que esta mi calma. Detente corazón, te lo ruego. Ponle fin a este dolor puesto que ya no hay vida, se quedo en sus manos y en lo profundo del amor que siempre le tendré...

lunes, 25 de marzo de 2013

Otro día, otra noche

Otro día se levanta, otro día se despierta y que sentido tiene si todo es igual, todo esta mal.
Otro día hoy brilla, otro día encuentra su cielo envuelto en nubes, pero dicho esta. Lo mismo es para cada uno de ellos, el mismo mal. ¿Sera esta la despedida, sera este el final?.
Otra noche que deslumbra, otra luna sin igual, pero seguís estando allá. Y entonces todo sigue igual, todo esta mal. Otra noche que diluvia, otra noche que se nubla y, ¿que escenario mas perfecto podría soñar ese final? y que actor desesperado por despedirse en su escena trivial. 
Pasan y parece que marcan el tiempo, o así dicen, otras 24 horas que se han ido, que se suman al pasado reciente. Pasan y parece que destrozan al tiempo,o así siento, otras quien sabe cuantas horas pensando en ti, que se suman al pasado creciente. Y el eco le susurra al vacío "¿Sera esta la despedida, sera este el final?".
No quedan razones, aunque una sola basta, no quedan aquí en el corazón. Es que no queda corazón, no existe. No quedan intenciones, ni ilusiones, ni momentos. No queda nada ya de mí, salvo esa maldita gota de esperanza. Salvo el silencio que ya no alcanza.
Otro día se levanta, otra noche lo acurruca y que sentido tiene si todo es igual, todo esta mal. ¿Sera esta la despedida, sera este el final?.  Y el actor desesperado por despedirse en su escena trivial. Y solo una pregunta resta por contestar, ¿Cuando su momento llegará, cuanto tiempo más se dejara pasar?...    

viernes, 22 de marzo de 2013

Como explicar

Como explicar el dolor que puede causar el dar respiro tras respiro con el afán de continuar la rutina establecida por este don de humanidad que reside en mi ser, solo por evitar la pena ajena y no mostrarse cobarde ante una adversidad que ya ha superado mis fuerzas. Como decir que no quedan palabras que pueda desglosar mi lenguaje si vuelta tras vuelta me enfrento a una hoja en blanco y desparramo las frases que describen lo perfecto de esta soledad ineludible, incansable. Como explicar que la muerte del alma puede darse antes que la del cuerpo, y si así ocurriese las consecuencias de su perdida podrían ser tan severas como el quiebre mismo de la existencia, como la destrucción total del sueño, de la calma. La perdida completa de fe en uno mismo y en cada sujeto y objeto que rodea una totalidad abrazada cada vez con mas compromiso a una obscuridad siniestra, tan adictiva por lo simple de su devoción. No necesita mas que lágrimas y la entrega total a este dolor el cual se trata de explicar letra por letra o día a día. Y aun así no lo logran entender, no lo pueden ver.
Amar, dicen los amantes, es para toda la vida. Se aferran los participes del sentimiento a un desenfreno exquisito que describe los mas sincero y real que habita dentro de ellos y lo exponen sin temor compartiendo     sus emociones con el resto del planeta, ya no temen sentir, ahora es todo lo que son. Magia, eternidad, sueño, fuerzas, ganas, voluntad. Sacrificio, comprensión, pasión  sexo, emoción, locura, realidad. Son seres convertidos a una religión puramente gestada en lo mas hermoso de la creación. Se convierten de simples mortales, en almas eternas, en almas de amor. Pero callan los amantes, callan lo que temen. Por el bien del sentimiento, de su emoción.
Como explicar el dolor que puede causar el dar respiro tras respiro guiado por la férrea tenacidad que mantiene la ultima gota de esperanza que habita en mi ser, como explicarle a ella que a pesar de su convicción no hay quien pueda descifrar su magia esta vez. Como hacerlo si se a vuelta inexorable a mis suplicas, a mis rezos. Si ya no escucha el resonar de esta agonía que hoy es todo lo que va quedando de lo que alguna vez fui o pude ser. Como decirle si es insurgente a mis propias peticiones. Como matarla, a la maldita esperanza, como desterrar su ingenuidad. Por favor díganme,  puesto que ya no encuentro formas ni razones para negarle la existencia. Y lo que callan aquellos que aman, es lo que una vez glorificaron, su propio amor muerto hoy de destino, muerto hoy de comprensión.
Amar, dicen los amantes, es para toda la vida. Amarte, digo yo, es para toda mi eternidad...

jueves, 7 de marzo de 2013

El coleccionista de sonrisas

Resplandeciendo el va, surcando el verde de la pradera. Brillante e incesable, tan magnifico y tan parte tuyo, madre existencia, tan hijo de tu seno eterno. Allí va sumido a su calma tanto como a su templanza, sumido a su ser. Viaja atravesando tiempos y distancias, mas sin equipaje, sin cargas. Resplandeciendo el va, surcando mares, montañas, lagos o el verde de la pradera. Saltando de sonrisa en sonrisa, deleitándose, jugando a comprender el significado de la vida y tal vez; tal vez este cerca. El vive de su esplendor iluminado por cada chispa que nace de alguna risa. Nace una y otra vez cuando un beso atraviesa la barrera del deseo y desembarca apasionado y prisionero de aquellos labios que hacen creer que todo es posible. Respira su alegría incansable, insaciable. El cree con la firmeza y la fuerza suficiente como para ejercer el propio balance entre bien y mal, el solo, pero por todo el mundo. Y si cree, es por que existen ellas, sus musas. Haría lo que fuera por protegerlas, dejaría extinguir su propia luz si acaso fuera necesario para mantenerlas a salvo. Y da todo por verlas nacer, crecer. Por verlas soñar, a todas por igual, todas son importantes y tan parte tuya, madre existencia, tan hijas de tu seno eterno. Allí va, resplandeciendo el va, saltando de sonrisa a sonrisa, coleccionándolas, adorándolas. Allí va y, ¿cual sera su nombre?...su nombre es bondad. 

lunes, 18 de febrero de 2013

Allí (en el limbo)


Allí están todos en contemplación de su propia fe. Todos y cada uno, buscando una respuesta que los defina o tal vez algún milagro caído del seno de un dios apacible o vengativo, a algunos de ellos ya les da igual. Allí corretean sobre los verdes prados, sobre la creciente maleza bajo el manto interminable de celeste manchado de blanco, y ese gran punto anaranjado que desde su trono desciende con sus brazos y los refleja sobre ellos, gestando cada una de las obscuridades pertinentes. Algunas sombras mas claras, degradadas por el tiempo quizá, algunas incompletas. Algunas casi desaparecidas, extintas. Algunas más obscuras, más lúgubres. Y uno solo tan concentrado en su obscuridad, tan silenciado, dañado, que ni la propia noche se atreve a apagarlo. Firme ante el sol y la redundante sombra, guardando misterios inclusive para si mismo.
Allí están todos, sin voz ni voto. Censurados, desterrados, despreciados tal vez. Quizá heridos por su propia cobardía o atormentados por la culpa. Todos están allí, en movimiento, sin cansancio. Buscando esa respuesta que los defina o ese maldito milagro que los devuelva a la vida. Algunos desesperados, entregándose poco a poco al destello impaciente de la locura, algunos inquebrantables. Eternos en su búsqueda, ilusos podría decirse. Algunos con tanta esperanza en su existencia que llegan a convencer a su verdugo y renacen. Otros agonizantes, expectantes de su trágico final. Y uno solo en silencio, sereno, inmutable ante el paso del tiempo y ante si mismo. Acompañado por su soledad y solo ella lo entiende.
Allí están todos, correteando desenfrenados, distintos pero iguales. Distintos en pasado, presente y futuro, distintos en motivos e intensidad. Pero iguales en esencia. Allí están, y no saben por cuanto, y algunos ni siquiera porque. Jugando su última carta, pelando contra quien sabe que razones o circunstancias, resistiendo todo por el simple hecho de sentir. Algunos inseguros de si mismos, otros con la confianza indestructible, tan peligrosa como ciega. Algunos ya sin ganas y buscando su muerte, otros renacidos, pero en otros cuerpos, con otros nombres. Infieles podría decirse, infieles a su propia fe. Y uno solo sentado, alejado de cualquier multitud. Exiliado de si mismo tanto como de los otros que lo rodean, obscuro, dañado. Sin cartas por jugar, sin fuerzas para pelear.
Allí están todos ellos, los que nacieron de la pureza gestada entre el vientre mismo de la magia y el sentimiento. Aquellos que descubrieron el lugar exacto en donde se esconde el paraíso. Allí están en su especie de limbo, los amores que no pudieron ser, censurados, desterrados, despreciados tal vez. Todos y cada uno buscando una respuesta que los defina o tal vez algún milagro caído del seno de un dios apacible o vengativo. Y uno solo concentrado en su obscuridad, en silencio, sin fuerzas para pelear… 

lunes, 4 de febrero de 2013

Amor…




Quien pudiese culparlos de cometer algún delito o atreverse al pecado, si son solo niños, su inocencia los define. Ríen sin medir el tono de sus risas y colorean una y mil veces cada uno de los matices de la alegría. Separados de la realidad y tan abrazados a ella que parecen formar parte. No hay silencios que hieran, no hay palabras que odien. Todo parece nacido del propio suspiro de la belleza en si, todo parece calcado tal cual lo dicta el corazón. Sentimiento y emoción volcados a un solo propósito, llenando de dicha al ser, dándole luz, paz. La locura se torna tan consciente  tan dicha que comporte opinión con la razón. Los grises, las dudas, los miedos, lo malo de ser se hace a un lado y se deja convencer por tan inmensa denotación de cambio, por tanta felicidad bruta. Las leyes de gravedad son desafiadas, quizá hasta puede volar sin alas, puede atravesar el tiempo y el espacio y enfrentarse a ambos con la férrea convicción de seducirlos a no alterar la magia que se gesta entre ellos dos, solo para ellos dos. Se funden por completo dando vida a una sola existencia, con un solo propósito. No les importa lo que dirá, no les interesa siquiera lo que pase de ahora en más. Si el destino existe y así se manifiesta, o si la suerte es tal vez culpable. Si es parte de un cuento de hadas, una fabula o una historia mágica. Nada importa porque ellos ahora sienten juntos. Y si hasta el amor ya dio su visto bueno y no les saca los ojos de vista. Ahí van entonces, indulgentes, incoherentes, desquiciados tal vez. Locos, equivocados, perdidos. Pero seguros, y sobre todo…sobre todo felices. Ahí van entonces, el ser humano y su sueño, amando tan fuerte como lo dicta su propio sentimiento. Y quien pudiese culparlos de cometer algún delito o atreverse al pecado, si son solo niños, su inocencia los define…    

martes, 29 de enero de 2013

Mi creencia…



No voy a mentir otra vez pero cuando diga la verdad quiero que me entiendas. No que me ayudes, no que me salves. Que realmente me entiendas. No habrá palabras endulzadas, o frases literarias. No habrá poesía contenida en estas letras. Seré sincero como el latido que punza más fuerte en mi pecho cada vez que digo su nombre. Un estremecedor suceso de verdad. Y es que ya no quedan más fuerzas, no podrían quedar. Se fue la dulzura, la emoción. Que va, solo queda la tristeza. No hay rastro de brillo en mi alma. Se entrelazan entonces y en soledad, la culpa, el amor, el dolor y la maldita esperanza. Ya inocente y desesperada. Descreída, pero en fin, esperanzada. Ya no quedan sonrisas que llenen o momentos que inspiren ganas en mi ser. No queda tiempo que contenga tanto olvido. Y olvido necesito. Olvido o muerte. Purga mi alma sin velo yaciente en el ultimo suspiro proclamado por mi corazón y vaga ahí sus lamentos, y cumple allí su condena. Y me hiere con la contundencia de siglos que se  asemejan con lo eterno. Todo es un eco, repite y repica en el viento, en el tiempo. ¡En cada sentimiento!, grito. En todo momento, desahogo en susurros. Siempre repite y que repite; su nombre. ¿Cuál será la solución, cual la locuaz respuesta que libere de tal responsabilidad a mi alma?, quien pregunto. Quien. ¿Quién se atreverá a arrebatarla su amor? Repito puesto que mis frases no acarrean más que confusos argumentos. Confusos va, para quienes lean. Bien claras son mis intenciones. No hay poesía contenida en estas letras. Soy sincero como la distancia que nace de este silencio que ensordece y asfixia la empatía en mí, la ternura. No trasluce otra cosa que no sea realidad, no son palabras a lazar, son sentimientos bien marcados, tangibles. Tan reales como la aspiración de grandeza que pretende dominar la noche cuando se enfrenta a la magnificencia de tu belleza, sabiendo aun que ni sus estrellas ni el resguardo de su serenidad se atreverían siquiera a rozar la divinidad que te rodea. No voy a mentir les dije, y es que no quedan fuerzas. La vida sigue con todo, no voy a negarlo. Sigue con la misma gente por la que estoy agradecido. Sigue con sus horas, sus idas. Sus vueltas, su compás ineludible. Sigue ella pero no yo. Y como quisiera despegar de este suelo que maltrata mi cuerpo y entregarme a algún sentimiento, cualquiera sea. Como quisiera que existiera un lugar sin su nombre. Pero a pesar de mi incomprensible deseo y su intensidad, nada vuelve realidad lo imposible. Claro que imposible solo es lo que así se cree. Por eso me juzgan, por eso no entienden. No tengo toda la razón del universo, no la necesito. Tengo mi razón, la única que me define. ¿Y acaso no pueden ver que solo es cuestión de fe?, acaso se atreven a poner en juicio el poder de una férrea creencia, el revitalizante fervor que incinera la sangre y la revoluciona, y el cuerpo y su vida, ¡cuanta vida!, tanta emoción descifrada y toda contenida a punto de estallar y elevarse y tan solo… tan solo su nombre devela semejante poder. Un sin fin de imágenes montando una perspectiva constante que proyecta solo alegría, solo explica la realización absoluta de un ser, creado por dos, y en absoluta obediencia a ellos dos y nada más. No quise pero tampoco me resistí al hecho de que su nombre y su piel fuesen lo único que defina lo que el amor sugiere. Así sucedió y así se siente. Aun hoy, aun tan fuerte. Y si no creyera en lo que siento, que seria de mi alma, que seria en mis adentros. Lo que hoy soy, la nada de un sentimiento, el silencio y el desprecio. Seria todo lo que no intento. Un cuento sin final, una idea sin aliento. Tal vez no estaba calculado, tal vez no fue obra del destino. O quizá esto sea la puesta en escena que nos brinda la vida, no lo se. Pero ya no importa la razón o la creencia. Lo que importa es lo que siento. Y estas letras no contendrán poesía, les digo y no les miento. Solo dirán la verdad, develaran el misterio. No hay vida que valga tanto como para vivirse sin tu compañía. Y no quiero que me ayudes, no quiero que me salves. Quiero que me entiendas a mí, o a mi sincera creencia…       

martes, 22 de enero de 2013

Palabras


“…Soy la sombra que carece de luz y resplandece vanamente en la existencia. Soy la lágrima ardiendo en lo profundo del alma, brotando de su plena obscuridad, arrasando con la esperanza desecha, soy…” 

Palabras. En ocasiones lo que somos, en otras lo que nos define. La manera sencilla de comprenderse que tienen los seres y …¿Me comprenden?. Están ahí en al aire, jugando a ser verdades o vistiéndose de mentiras. Algunas alcanzan la simetría perfecta que se gesta entre sentimiento y razón creando la maquinaria que empuja o retuerce, que brinda la fuerza que como humanos requerimos para vivir. Puesto que algunas palabras, dichas con certeza, confianza y sinceridad, emocionan. Dejan nacer lágrimas o sonrisas. Dudas, o caricias, besos, misterios, heridas. Sentimientos, dan libertad a nuestros sentimientos. Y que seriamos sin ellos, no lo se, seres de piedra, de cal o de arena. Seres de viento pero no humanos. No seriamos nada si no fuésemos capaces de apreciar la absurda creencia de eternidad que nos da la sensación de amar, su volatilidad, su magia. La esperanza incasable, la capacidad de superar la cruzada más mortífera y ser inmune a la crueldad, a la obscuridad. La insaciable capacidad de resumir lo hermoso del universo en tus ojos, tu sonrisa o tu completa e inmaculada divinidad. No seriamos nada sino temeríamos a la muerte, a lo desconocido. Sino sintiésemos dolor, calor, frío. Sin llanto y sin sonrisas no seriamos más nada que la misma nada en si.
Palabras. De sobra, de falta. Que rebotan cual eco perdiéndose en lo hondo del vacío. Que chillan o truenan. Que describen y comunican. Que se escuchan, pero con atención, para entenderse, no sobrándolas, no ignorándolas y…¿Me escuchan?. Son reflejo de lo que se lleva dentro y nunca exageran, ¿Cómo podrían hacerlo si nacen de los sentimientos?. Son hijas de aquella maquinaria que empuja o retuerce, son la mera expresión de nuestra vida. No se equivocan, no pueden hacerlo. Su naturaleza es la férrea convicción de denotar pureza y sinceridad. Y si suenan cursi y por ello en sus oídos se oyen falsas o descreídas, ¿Quién será el culpable de no comprender?, el poeta que trasluce su alma y en frases comprende su pena o su gloria, o quizá y tal vez, sea culpa del lector u oyente. Del destinatario. No se puede sentir por otro, ni sentir como otro. Pero se puede intentar entender lo que ese otro nos cuenta.
Palabras. Mi proclamada tumba, mi lecho. La sentencia de por vida que arrastra mi alma. Palabras que me definen, como muerte, o como nada. Como silencio o punzante tristeza. Decepción, vergüenza. Como la desesperanza y…¿Me sienten?. Son mías para quien las quiera, y quien las quiera que las lleve. Pero que las comprenda, las escuche y las sienta. De otra forma, que las olvide. Porque no son mas nada que el todo que define mi ser. Mi lado obscuro, mi eterna condena. Mi soledad inconfundible.
Palabras. Que no serán como esperaban, que no dirán lo que esperan. Palabras que son solamente palabras, o quizá y tal vez sea culpa del lector u oyente…