Yo tengo algo que decir. No te
estoy esperando. No pienso dedicar el resto de mi vida atado a un sentimiento
que destroza mis días con tanta fuerza que todo lo vuelve negro. No voy a
dedicar cada segundo de cada suspiro a la nefasta tarea de desgarrar mi alma
hasta la última palabra, para dártela en un poema, y así tal vez pretender que
vuelvas. No voy a buscar desesperado la manera correcta de pedir perdón. No voy
a exiliarme en un silencio con forma de puñal, que cada día se entierre profundo
en un espíritu malgastado por errores, por culpas hasta agotar cada letra de
mis poemas y dedicarlos solo a tu nombre, a tu aura. Yo lo digo, no estoy
esperando ningún acto divino, ningún imposible. No intento estafar al tiempo y
discutir su paso para desafiarlo a volver sobre él, y que empecemos donde
reíamos. No voy a dañar nunca más la hermosa presencia de tu libertad. No voy a
tratar de convencerte que no habrá amor como el que tengo para vos, no quiero
recordarte que mi corazón aun esta en tus manos. No quiero que pienses que
estoy a tus pies como devoto servidor de tu fe celestial, de tu paraíso de
sueños. No quiero conquistar una y mil veces el desliz preciso de tu mueca al
sonreír con el calor de mis labios. No quiero decirte que pueden cientos de
estrellas iluminar la noche, y que ninguna se asemeja al brillo de tus ojos
cuando decís “te amo”. Yo tengo algo que decir, no te quiero a mi lado. No
pretendo escuchar de tu boca las locuras en que tu dulzura te ha involucrado,
mucho menos saber donde te ha llevado tu sensualidad infinita. No quiero
sentirme solo cuando respiro. No pienso dedicar cada lágrima que me queda al
memorial de tu recuerdo. No mi amor, no te estoy esperando. ¿Y donde estoy
entonces? En ningún lado pero en todas partes. Yo tengo algo que decir, no te
estoy esperando, porque se que no vas a volver. Pero inevitable es el hecho de
que aun te amo, y con la misma fuerza, como si nada hubiese pasado. Entonces no
pienso dedicar el resto de mi vida a este sentimiento que destroza mis días.
Así siento que sucede día a día, con tanta fuerza que todo se vuelve negro…
No hay comentarios:
Publicar un comentario