lunes, 8 de abril de 2013

Mi única verdad

Me gusta el rencor que guardas para mí dentro de tu ser, quiere decir que aun estoy vivo en tu alma, como un odio naciente quizá, como un premio a tu vanidad latente. Mi derrota tal vez sea el consuelo que pueda calmar las heridas que puedan quedarte sin cerrar desde tu partida, si es que alguna aun se marca en tus horas. Me gusta tu rencor porque es parte de tu encanto. Te muestra viva, denota la lucha que brindas para abrirte tu camino hacia la felicidad, que quien este ahí para impedirte llegar a destino enfrentara la tenacidad de tus fuerzas, de tus ganas. Y quizá me gusta tu rencor porque dentro mio siento merecer la pena de tu castigo, necesito que me odies porque yo me odio desde aquel día, desde aquella vez. Me gusta tu vanidad porque te da confianza. Te da presencia. O quizá tal vez me guste porque todo lo que te representa es hermoso para mi, porque es tuyo, te pertenece como mi corazón. Me gusta el brillo que tu risa mas malvada deja escapar, me gusta tu sonrisa porque sigue quemando cada una de mis emociones y cuanto deseo que ardan en lo mas profundo de tu inmaculada belleza. Le das sentido al dolor, le das sentido al amor. Y sueño más fuerte cuando mis ojos te poseen. La esperanza se aferra a su ultima gota y crece y se hace millones y explota y me deja respirar una vez más. Y que hermoso es vivir soñando que algún día voy a poder volver a brindarte mi amor y recibir el tuyo. Tal vez nunca vuelva a ocurrir, tal vez el final es definitivo y aunque quede mucho por vivir no se dará otro encuentro. Y si así fuera, viviré mas de una vida para seguir amándote,  para seguir esperándote. Te prometí mi amor eterno, mi completa devoción una vez por febrero, frente al mar. Te lo prometí y no te lo demostré, pero ruego a los cielos y cualquier dios en su completa inexistencia que puedas creerme solo esta vez, y es que todo el tiempo fue verdad. Y aquí estoy hoy para que veas que no miento, ya no puedo hacerlo. Te amo como la primera vez que tu mirada se hizo cargo de mis sentimientos, como aquella vez que me despertaste a la realidad mostrándome el lado mas perfecto y precioso de la existencia. Te amo porque no existe amor mas sincero que el que tengo guardado en mi ser para el tuyo, no existe porque solo en mi alma se gesta la razón precisa y eterna de saberte única e irrepetible. Cada una de las partes que me componen, mis palabras y poemas, mi cantar, mi locura inexperta, mi valentía, mi completa humanidad, todo esta atado a tu suerte, todo. Sos mi religión, mi creencia mas devota. La diosa que se lleva mis ofrendas, mis suplicas. Sos todo lo que me hace ser la persona que siempre quise ser, desde el comienzo de mis pasos, desde mi primer habla. Créeme, aunque sea por hoy, porque yo creo en este amor todos los días, y lo seguiré haciendo mientras tu nombre lata tan fuerte en mi pecho. Y ya no quedan promesas que pueda darte, no quedan juramentos en vano. Solo resta el coraje de esta, mi única verdad... 

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